Sube las escaleras, y espera en el descansillo. Pués su compañero de piso, dispone de un encuentro con el que pasar las horas de la noche; hasta las primeras de la mañana. Es una escena que se repite, una y otra vez. Su caracter le hace callar, resentirse y esperar a que todo cambie. Esperar a que sea él quien ocupe la cama con otra persona, y sea su compañero de piso quien deba de esperar en el descansillo. Todo transcurre, pasan las horas y con ellas, los días. Hasta que llega el momento en el que todo parece presentarse con disposición a un cambio. Puede ser que sea meramente un sueño, o realmente se trate del auspicio de las cosas que se esperan pueden un día a llegar a llamar a tu puerta.
