no se lo digas a nadie

Cuando el país, su cultura y demás aspectos sociales obligan a las personas a mostrarse de una forma diferente a como son, en realidad. Cuando las profundas convicciones son tan ocultas, que aflorar en el silencio de la oscuridad y compiten con el el deseo profundo de desenmascararlas. Cuando el eje rotatorio de la vida gira con tanta potencia, agilidad y desgaste que hace voltearse, sobre si mismos, los acontecimientos para hacerlos coincidir y repetirse. Cuando el ojos ciegos, desean continuar estándolo para no sufrir el acoso de la hecatombe del derrumbamiento.