l.i.e en el abísmo

Temores, ausencias y realidades se exponen sobre el equilibrio de la delgada línea del vértigo, sostenidas sobre la tambaleante duda hacia el precipicio.

Mirar, sin ser visto. Imaginar, con remordimiento. Soñar en liberarse de las emociones contenidas. Suplir la ausencia con la incondicional entrega traicionada. Buscar la caricia del abrazo perdido o nunca encontrado. Hacerse una promesa a sí mismo.