Los errores pueden hacer difícil la convivencia forzada, pero nada es fácil y el convencimiento de ello puede hacer afrontar las circunstancias adversas como un reto. Un reto que se va convirtiendo en algo muy diferente de cuanto se había establecido y admitido de ir afrontando. Unas circunstancias cambiantes y alternas que hacen que las premisas iniciales establecidas, para establecer un distanciamiento, desencadene en unas pautas que hagan cuestionarse TRES FORMAS DE AMAR.