napola

Aparentemente nuestros objetivos en la vida suelen establecerse por motivaciones externas, lográndose dotar de prioridades sobre aquellas otras presencias en las que no hemos reparado porque, bien, no la hemos hallado o porque, sencillamente, no han surgido. Cuando los segundos aparecen y nos bofetean en la cara, hacen despertarnos de un profundo letargo del que no éramos conscientes. Iniciamos, con ello, un nuevo sendero por el que discurrimos con una nueva mirada capaz de analizar nuestro entorno desde un nuevo prisma que incita a potentes cambios.