la caída de los dioses


Si recordamos la genialidad de luchino visconti no podemos obviar su gran epopeya, recogida con suma maestría. Se trata de una mezcolanza de Macbeth y Edipo, en tiempos en los que comienza a preponderar simbolismos extremistas y marginales.

A lo largo de éste metraje se expone la psicosis de su protagonista que en, no pocos, países demoró su exposición por poderosos y evidentes condicionantes políticos como fue el caso de España, en donde se estrenó seis años después .