el beso de la mujer araña


Dos realidades conviven tras los barrotes de la misma celda: una de esas realidades, convencida en su defensa por la lucha de los ideales, la otra; recreando continuamente una realidad que le ayude a afrontar la propia. Entre ambas realidades, entre ambas formas de ver y afrontar sus propias realidades, asaltan fotogramas y su relato. Son esas imágenes recreadas, precisamente las que les hace afrontar las carencias, los sufrimientos, los dolores y los sueños.