Resulta paradójico verse atrapado por el destino, dejándote arrastrar sin más. Vencido por la fuerza centrífuga que arrastra al centro de ninguna parte y alejado de todo. Porque ya nada importa, porque todo carece de interés. Sin percibir que, en paralelo, discurre una vida estableciendo como premisa y prioridad el hallar tu sinrazón, para encontrar sentido a todo aquello que carecía de respuestas para las incesantes preguntas. EL SENTIDO A UN FUTURO, DESDE EL CONOCIMIENTO DE UN PASADO QUE HA PERMANECIDO ALETARGADO INCONSCIENTEMENTE COMO MERA DEFENSA.
