Más que la dificultad que aceptarnos tal y como somos es cómo la influencia que nuestro entorno, costumbres, familia y demás aspectos sociales puede hacernos tomar actitudes determinadas; que por mucho que parezca y nos resulte poco acordes con lo que, en realidad, pensamos: nos obliga a replantearnos ciertos posicionamientos o forma de hacerles frente. Éstas son circunstancias que escapan a nuestro control, y para que, podamos controlarlas, es necesario que éstas cambien de por sí. Ante todo por la razón, la lógica y la forma de tenernos que aceptar sin tenernos que enmascarar ante el ojo ajeno.
