los niños de san judas

Las atrocidades cometidas en el nombre de Dios y de la fe en Cristo, no han sido pocas, a lo largo de la vida. A lo largo de la HISTORIA y hasta nuestros días. No han sido pocos los que se han erigido como falsos divulgadores de sus mensajes, desde elevados podium en los que alzaban su dedo castigador y acusador. Para hacerles frente, el arma usada, como en otras no pocas ocasiones, siempre ha resultado ser efectivos la convicción, la entrega, la autenticidad de la fe y el respaldo incondicional. Aunque nunca viene mal un golpe en seco. Bajo las oscuras y polvorientas faldas de las sotanas discurren aberraciones, profanaciones y culpa; que van más allá de los enfrentamientos de los ejércitos.