Los orígenes pasan por una cuidadosa, profunda y reflexiva introspección. Que requiere de influencias exteriores, bien, ya sea, para documentarse y dotarles de forma; o bien para rescatarlos de la confusión.
El hallazgo de la motivación puede sorprender, por su inusitada procedencia, por la proximidad y espontaneidad por la que emerge.La convivencia de recuerdos, historias, lamentos, ilusiones, vivencias, anhelos… facilita el enriquecimiento del paulatino descubrimiento.